A mediados de mayo, mi amigo (y miembro importante del equipo) Nikolas y yo fuimos a los Pirineos para conocer un poco mejor estas montañas.
El punto de partida fue, por supuesto, la playa de Hondarribia. La primera parte de la carrera ha sido la misma en todas las ediciones y era natural descubrir esta etapa como primera parte de nuestra visita. También es la única parte de la carrera en la que hay una etapa obligatoria, desde la playa hasta La Rhune.
Es casi medio maratón en asfalto antes de subir a La Rhune. Tengo un problema en la rodilla (rodilla de corredor) y esta etapa será dura en ese sentido. Duro tanto física como mentalmente, ya que quieres empujar en la primera etapa, pero será prudente contenerse y correr a un ritmo controlado con una carga que evite que la rodilla se agrave y sea una lucha para el resto de la carrera. De todos modos, a partir de La Rhune comienza realmente la carrera y será importante estar en forma para los próximos días.
Tras un día en la zona de Hondarribia, nos desplazamos hacia el este. Hice un vuelo con bastante viento del norte y masas de aire muy húmedas e inestables. Un reto con el flujo de aire húmedo del norte en el lado francés de esta cadena montañosa tan cerca del océano atlántico.
Al día siguiente nos trasladamos más al este para descubrir hermosos paisajes y montañas. Todas las famosas subidas del Tour de Francia están en esta zona. También es una buena zona para practicar el parapente;)
Era un buen día para volar, pero en lugar de hacer muchos kms. me quedé a sotavento en un gran valle tras sólo 24 km. No pensé que el viento fuera tan fuerte, y mi decisión fue que el sotavento debería estar bien. ¡No funcionó en absoluto! Me empujaron hacia el fondo del valle. Recogí, subí de nuevo y encontré un lugar de despegue adecuado. Una vez más me empujaron hacia abajo, pero conseguí coger una térmica con viento que se desvió hacia el otro lado del valle. Bastante viento, y difícil de aprovechar las térmicas. Pero al final del valle mejoró y pude cruzar hacia el oeste. Estaba casi 100% nublado y con algo de sobredesarrollo/lluvia alrededor, y el día estaba terminado. Conseguí hacer 22 km de vuelo. No fue un buen uso del día, pero sí una experiencia muy útil y un reconocimiento de la zona.
El día siguiente llegó con una buena previsión. Decidí volar desde el Col de la Courade en Campan y me dirigí al sureste. El día era bueno, y el vuelo era estupendo con una gran vista. Hubo algo de aire fuerte a mitad del día, pero no más de lo que cabía esperar. Un débil flujo de aire del norte me empujó en la dirección correcta, y pude cruzar a España hasta el Aneto, pasando junto al pico más alto de los Pirineos.
Una vez en España, el viento cambió a sur y de frente. Entonces me quedé atrapado en los alrededores de El Corronco durante mucho tiempo antes de encontrar la forma de continuar hacia el este. El vuelo continuó hasta pasar cerca de Andorra, cuando Nikolas me llamó y me dijo que sería una decisión inteligente aterrizar aquí, ya que había reservado un lugar para alojarse allí. No quedaban muchos kilómetros del día, y fue una buena decisión aterrizar junto al hotel y comer bien.
El último día lo pasamos comprando regalos para nuestros hijos (es importante priorizar cuando estamos fuera tanto/tan a menudo). Por la tarde tuvimos un dulce vuelo local en la zona de Pic del Moros. ¡Qué bien!
Por la noche nos dirigimos a Girona, donde nos reunimos con Niviuk Gliders al día siguiente. Nos ayudaron con los logotipos de los patrocinadores en el parapente, con la comprobación del trimado y me proporcionaron algo de ropa y artilugios. ¡Gracias!
Una gran estancia en los Pirineos, y muy útil para conocer estas montañas. Muchas gracias a Nikolas, que fue un conductor dedicado, planificador y organizador durante la estancia. ¡No sería posible cubrir tanto terreno en una semana sin su ayuda!
El próximo viaje y aventura será la carrera a finales de junio 🙂 ¡Estamos deseando explorar más estas montañas!
